La juventud de un país con frecuencia tiene ánimo, ímpetu e interés por participar en la construcción de la sociedad democrática a la que pertenece. Puede ser un impulso importante para cualquier iniciativa y procurar que sus problemas e intereses sean tomados en cuenta.
¿Qué se considera participación juvenil? La participación de los jóvenes consiste en formar opiniones y tomar medidas para lograr cambios positivos en la sociedad. Puede ser de diferentes formas, por ejemplo:
- a) Participación de los jóvenes en la democracia representativa: representación o votación en las elecciones o afiliación a partidos políticos;
- b) Participación de los jóvenes en las estructuras participativas: fomentar la participación de más jóvenes en estructuras como las organizaciones juveniles o el voluntariado;
- c) Participación en debates: sobre temas de juventud o de la comunidad; La formación de opinión a través de la prensa o la radio juvenil, la participación en la discusión online en blogs;
- d) Búsqueda de información y aprendizaje sobre la democracia: participación en simulaciones de procesos políticos, asistencia a la formación o aprendizaje en la escuela, participación en organizaciones juveniles;
Participación juvenil: pilar del futuro de México
Los jóvenes de todas las sociedades tienen intereses y problemas específicos que, si no se toman en cuenta explícitamente, pueden resultar en descontento y frustración, coartando la participación ciudadana de buena parte de la población.
Durante mucho tiempo, las y los jóvenes han sido un grupo relegado de las decisiones políticas en todo el mundo. Sin embargo, con el posicionamiento del internet y el surgimiento de las redes sociales, los jóvenes han incrementado su presencia participativa en las democracias modernas. Hoy en día es común ver a los jóvenes hablar y expresar toda clase de ideas e imágenes, como formas de participación ciudadana y como forma de ejercer la democracia. Es de suma importancia para los gobiernos de todos los niveles tomar en cuenta a los jóvenes y a sus intereses y preocupaciones para alentar el desarrollo de la participación democrática.
La participación activa de los jóvenes en una democracia es esencial si queremos construir sociedades más democráticas, inclusivas y prósperas. Sin embargo, la participación en una democracia es más que votar o presentarse a las elecciones. La participación consiste en tener el derecho, la posibilidad, la oportunidad y el apoyo para participar e influir en las decisiones e involucrarse en acciones y actividades para ayudar a construir una sociedad mejor.
En México, las y los jóvenes han tomado varias iniciativas como causa propia. Por ejemplo, desde 2005 se creó en el país el capítulo juvenil del reporte Perspectiva Global del Medio Ambiente (GEO) de UNESCO, que, liderado por jóvenes exclusivamente, tiene la finalidad de alentar a la juventud para que genere proyectos sobre medio ambiente locales y nacionales en todo el país, y proveerle habilidades y recursos para llevarlos a cabo.
En fechas recientes, en nuestro país se han desarrollado múltiples movimientos a favor de los derechos de las mujeres, jóvenes y pueblos indígenas que defienden los espacios públicos de diversas maneras, desde la protección del patrimonio histórico de las ciudades y los pueblos, hasta movimientos de bicicleteros en las grandes ciudades; movimientos de artistas que reclaman espacios de expresión, así como múltiples movimientos juveniles reclamando bienes culturales y acceso a la educación pública.
Contrario al pensamiento que equipara a los jóvenes como el futuro, los jóvenes son una parte de la población de singular relevancia en torno al presente del debate político y a las nuevas formas de organización de los partidos. Los partidos políticos capitalizan una importante actividad de movilización social, especialmente durante campaña, gracias al involucramiento de este segmento, pero históricamente las agrupaciones los han relegado de las agendas de política al priorizar a los votantes de mayor edad. En la actualidad, la aparente ruptura de los vínculos partidistas con sus ciudadanos y la creciente apatía hacia la política tradicional han aumentado el interés por cuestiones relacionadas con la ciudadanía juvenil. La resonancia política de las demandas vinculadas a los jóvenes y su activa participación en los nuevos medios de comunicación son elementos fundamentales que deben tenerse en cuenta para comprender los cambios de la sociedad mexicana.
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Los jóvenes han ampliado su participación de formas muy diferentes, a través de métodos no convencionales. Por ejemplo, trabajar como voluntarios, participando en manifestaciones y expresando sus puntos de vista políticos en las redes sociales. Consideran que estos métodos son una forma eficaz de hacer oír su voz.
El índice de votación de los jóvenes suele ser menor que el de los adultos. Sin embargo, hay otras formas en que los jóvenes participan en la vida democrática. Los jóvenes han ampliado su participación de formas muy diferentes, a través de métodos no convencionales. Por ejemplo, trabajar como voluntarios, participando en manifestaciones y expresando sus puntos de vista políticos en las redes sociales. Consideran que estos métodos son una forma eficaz de hacer oír su voz.
Finalmente, podemos decir que los jóvenes son tan diversos como los adultos; tienen interés político y percepciones sobre la mejor manera de influir en las vidas de su sistema político. Forman parte de la democracia, pero a menudo sienten que sus prioridades no son abordadas en el debate político. Están llenos de buenas ideas sobre cómo mejorar su representación y el sistema democrático en general.