La cultura política es el conocimiento de los factores tanto sociales, económicos, culturales y políticos de la ciudadanía para llevar a cabo una vida cívica plena. La cultura democrática en un sistema democrático presume que existen las circunstancias para la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos y que, además, cuentan con la información para incidir en la toma de decisiones de carácter público.
Actualmente es importante reflexionar acerca de la creciente participación de las mujeres en asuntos públicos. Principalmente porque la equidad construida en términos democráticos construye una sociedad justa que enriquece sus obligaciones como ciudadano. Además, el aumento en la participación de las mujeres en todos los niveles de la gobernanza diversifica el carácter democrático de las asambleas y permite que la toma de decisiones públicas responda a las necesidades de las y los ciudadanos. Es interesante pensar cómo la participación de las mujeres contribuye a una convivencia más justa y promueve la participación ciudadana a nivel cotidiano. Incorporar la participación en las tareas diarias de la comunidad puede contribuir a grandes cambios sociales, de mayor justicia y comunicación con la clase política.
La nueva cultura democrática tiene como objetivos principales integrar los deseos o proyectos de la ciudadanía en estrategias de participación ciudadana. En el caso de las mujeres, su participación en asuntos de interés general es fundamental, en el ámbito local, por ejemplo, es esencial para la organización de la vida en comunidad, en busca de mejorar sus condiciones materiales.
En México, en el ámbito electoral, la participación es fundamental para implementar políticas de mejora en acciones de intervención y comunicación política. En Puebla, por ejemplo, en el Proceso Electoral Federal 2017-2018 hubo una participación ciudadana de más del 60%, que corresponde a cerca de 2 millones 900 mil ciudadanos que integran la lista nominal de electores en la entidad. En la elección extraordinaria del 2019 fue del 33%.
Participación Ciudadana en el Proceso Electoral Federal 2017-2018
En México existe una gran necesidad de cambiar la cultura democrática del país para que sea más participativa, y para que las decisiones que se tomen por parte de la ciudadanía realmente tengan repercusiones y resultados en acciones políticas específicas. La participación ciudadana en México es muy baja, principalmente porque se crean sentimientos de indiferencia al no confiar en que sus propuestas e intereses van a ser considerados o representados.
Los datos sobre calidad de la ciudadanía en México y estudios sobre confianza en las instituciones demuestran que existe una desconfianza en los programas o acciones sociales y en los actores políticos, ya que no cumplen con sus promesas. Sin embargo, este quiebre en la confianza de la gente en sus instituciones o en sus actores políticos únicamente puede revertirse promoviendo un marco más amplio de participación política. Según una encuesta acerca de la participación ciudadana realizada por el Instituto Nacional Electoral en la Ciudad de México, Puebla, Guanajuato, Estado de México y Veracruz, se mostró una participación ciudadana pasiva, cuyas actividades principales se enfocaron en acciones altruistas y de carácter coyuntural e individual.
Este estudio mostró una gran necesidad por fomentar una mayor cultura de participación ciudadana. Deben impulsarse acciones que promuevan el involucramiento colectivo, acciones organizadas de la sociedad civil para el cumplimiento de fines o la persecución de objetivos concretos; así como participación para lograr la materialización de los intereses de una comunidad política.
Existen regulaciones tanto en el ámbito federal como estatal para que la interacción entre la sociedad civil y las instituciones políticas esté sustentada en un marco legal, por ejemplo: el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 (https://www.gob.mx/cenace/acciones-y-programas/plan-nacional-de-desarrollo-2019-2024-195029).
En el ámbito estatal, como es el caso del estado de Puebla, encontramos instrumentos de gran utilidad para fomentar la participación ciudadana como por ejemplo: los foros para la construcción de la Ley de Participación Ciudadana de Puebla (https://puebla.gob.mx/lpc/).
“Una cultura política democrática es aquella que centra su atención en propiciar un ambiente de mayor participación ciudadana y busca fortalecer la confianza y la credibilidad de la ciudadanía en sus instituciones”
Sin duda, todavía hay mucho por hacer en términos de adquirir una cultura política eficiente que un día pueda convertirse en un plan de acción específico. Sobre todo, como ciudadanas y ciudadanos responsables, tenemos a la mano la posibilidad de promover que haya canales de comunicación con el gobierno federal o estatal que propicien acciones corresponsables para el mejoramiento permanente de nuestras sociedades.